El programa Gen Universal, liderado por el Núcleo Milenio ERIS, ha revolucionado la enseñanza en Chile al unir la ciencia con la educación emocional, generando un impacto significativo en estudiantes, profesores y comunidades educativas. Desde su implementación en 2022, esta iniciativa ha demostrado ser una herramienta transformadora que utiliza la astronomía y el método científico para fomentar el pensamiento crítico y la capacidad de enfrentar desafíos.
Desarrollado en colaboración con Sense Contents y respaldado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Gen Universal busca democratizar el conocimiento científico al hacerlo accesible y práctico. Según Macarena Concha, directora de Sense Contents, “el desafío que ha tenido el proyecto Gen Universal para nosotros es, principalmente, aplicar el concepto de la democratización del conocimiento a través de la ciencia”.
Además de enseñar principios científicos, el programa aborda las emociones de los estudiantes, ayudándolos a manejar frustraciones y aceptar los errores como parte del aprendizaje. Este enfoque integral se materializa en el proyecto Proyección al Medio Externo (PME), que introduce guías pedagógicas y cápsulas audiovisuales diseñadas para fortalecer habilidades socioemocionales como la perseverancia y la empatía. Paula Jofré, directora de ERIS, enfatiza que “no solo importa el contenido, sino también lo que pase a nivel individual, grupal o familiar, ya que dependiendo de eso los estudiantes podrán disponer su atención e interés por las clases”.
El éxito del programa se ha presentado en eventos nacionales como el Congreso de Divulgación Astronómica en Puerto Montt y el Encuentro Nacional de ACHIPEC en Valparaíso. Estos espacios permitieron destacar a Gen Universal como un ejemplo de integración entre ciencia y educación. Patricia Tissera, co-directora de ERIS, destacó la flexibilidad del programa: “Se pudo amoldar a los problemas y realidades locales, haciéndolo suyo, teniendo un sentido de pertenencia tanto para los estudiantes como para los profesores”. Esta adaptabilidad ha sido clave para su expansión, permitiendo que el programa se libere y esté disponible para más colegios en todo el país.
El arte también ha sido un componente central en Gen Universal. La inauguración de un mural en el Colegio Pasionistas de Quilpué, dirigido por el artista Piero Maturana, es una muestra del enfoque interdisciplinario del programa. Inspirado en el ciclo lunar, el mural no solo embellece la comunidad, sino que también invita a reflexionar. Según Cristian Oviedo, director del colegio, “espero que sea una fuente de interrogante, de apreciación artística y motivación para que existan nuevos desafíos… y nuestros estudiantes vayan al encuentro de sus respuestas”. Este proyecto demuestra cómo el arte y la ciencia pueden unirse para enriquecer el aprendizaje y fomentar la creatividad.
En el aula, Gen Universal ha tenido un impacto directo en estudiantes y profesores. Camila Labrín, profesora en Concepción, expresó: “Ver cómo de diferentes áreas hacemos crecer la ciencia y cómo podemos entregarla a los estudiantes de manera dinámica y didáctica ha sido una experiencia muy gratificante”. Por su parte, Constanza Ramírez, docente en Mulchén, valoró la accesibilidad del material: “En sexto y octavo ya replicando el material, porque la verdad es que es muy fácil de hacer… Cada año uno lo puede replicar incluso mejor”. Estas experiencias reflejan cómo el programa fomenta la apropiación del aprendizaje por parte de los docentes y alumnos.
Con un enfoque que combina ciencia, arte y emociones, Gen Universal se posiciona como un modelo educativo único que inspira a las comunidades escolares a reflexionar y construir un futuro más inclusivo. “La tolerancia a la frustración y la capacidad para manejar las emociones son habilidades clave en la ciencia”, destacó Felipe Salgado, profesor en la Escuela Pedro de Oña, quien observó cómo este equilibrio entre aprendizaje académico y emocional prepara mejor a los jóvenes para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Este programa sigue sembrando las semillas para una generación más resiliente, curiosa y preparada para enfrentar los retos del futuro.
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