La asamblea general de las Naciones Unidas, a partir del año 2015 aprobó la conmemoración y celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Cada 11 de febrero se busca reconocer en todo el mundo el trabajo y dedicación de mujeres y niñas científicas, instancia que tiene como foco el progreso respecto de todos los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, haciendo de esta una oportunidad para empoderamiento y búsqueda de la igualdad en quienes han sido invisibilizadas.
El reconocimiento de esta fecha busca generar nuevos espacios de aprendizaje y enseñanza para jóvenes científicas que no posean las herramientas o instancias de conocimiento necesario para seguir avanzando. Es sumamente necesario e importante promover este tipo de instancias en las que se pretende conectar a la comunidad internacional con las mujeres y niñas en la ciencia, afianzando los lazos entre las distintas ramas de conocimiento, política y sociedad. De esta forma se pretenden generar estrategias orientadas a mejorar el futuro de quienes se dedican o quieran dedicarse a la ciencia.
El Núcleo Milenio ERIS, tiene inserto en sus principios la importancia y necesidad de generar espacios en donde se puedan desempeñar de forma abierta las ciencias por parte de sus integrantes y colaboradores. Paula Jofré, directora de ERIS comenta que “es un grupo de personas atrevidas que quieren cruzar la línea de lo cómodo y predecible para aplicar la biología en la evolución de galaxias. Somos mujeres entusiastas por esa idea, nuestras reuniones se enfocan en cómo hacer precisamente eso, revolucionar nuestro campo de investigación. ¿Por qué nos interesa? Porque somos seres humanos que gracias a mucho esfuerzo hemos logrado poder dedicarnos a seguir nuestra curiosidad al límite”.
Sin embargo, la academia no solo son los espacios en donde se pueden desarrollar actividades vinculadas con la ciencia, teniendo en cuenta que la accesibilidad a los estudios sigue siendo una problemática considerable en el país. Evelyn Johnston, PI de ERIS se refirió a esto, comentando que “encuentro que muchas discusiones sobre mujeres y niñas en la ciencia se enfocan principalmente en alentarlas a seguir temas científicos en la escuela, la universidad o en sus futuras carreras. Pero estos caminos pueden no estar abiertos a todas las mujeres, por ejemplo, debido a la falta de confianza, el alto costo de la educación superior o porque tradicionalmente las mujeres asumen otras responsabilidades”.
Si se encuentra algo interesante es importante compartir el conocimiento aprendido. Las conversaciones o discusiones amplían aún más el conocimiento y, a su vez, aumentan el pensamiento crítico y habilidades de investigación a medida que se amplían las temáticas. “No todos los científicos tienen que tener un doctorado, todo lo que necesitan es una mente curiosa e inquisitiva”, afirma Evelyn. Mientras que Paula a través de su libro pretende innovar en la lectura de jóvenes promesas científicas “mi libro Fósiles intenta explicar un tema científico complejo por mujeres, para que esos otros cuentos de princesas y estrellas inspiren a las niñas”.
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